Saturday, June 14, 2008

Conversando a solas

Sólo necesitas un contexto, por ejemplo, la calle que separa su casa de la tuya. Una forma de encontrarse, que puede consistir en el típico choque seguido por la caída de folios, continuado por una inclinación al suelo para recogerlos. Es hora de dar paso a la conversación.

Introducción: Hola, eres tú, no te había visto (dos besos de rigor), que tal tus exámenes, bien, y tu trabajo, también bien, qué haces por aquí, pues nada, de camino a casa, yo voy de camino al centro (al centro de tu cama, piensas).

Nudo: Me has echado de menos… pregunta él. Tú dudas durante una milésima de segundo y contestas que todos los días (en las conversaciones imaginarias el orgullo no existe). Él te dice que siente todo lo que ha sucedido, tú contestas que no pasa nada, susurra que lo único que ocurrió fue que el miedo se apoderó de él, pero que aún recuerda tus besos, tus tobillos, la espalda, dice que aún tiene memorizados todos los lunares dispersos por tus ingles y que a veces… los recorre por las noches, antes de dormir. Entonces le invitas a un café, para cicatrizar heridas pasadas. Él acepta, por supuesto, y el café conduce a una cerveza, la cerveza a una copa, la copa a un beso nostálgico, el beso nostálgico a un beso con ganas. Sin saber cómo, de repente os encontráis como hacía tiempo, taladrando las paredes de tu piso (o del suyo), esnifándoos los anhelos, fumándoos los fluidos del otro.

Desenlace: A la mañana siguiente (porque claro, en estas historias siempre terminan quedándose a dormir), os despertáis perezosamente pegajosos, sonrientes y hambrientos. Lo invitas a desayunar y mientras cruzas los dedos (¿le gustará el café con tostadas?)… Me encanta, contesta él.

Dicen que quien no arriesga no gana, quien no sueña no vive, que quien no tiene esperanzas está muerto y las buenas personas siempre terminan siendo felices… eso significa que yo gano, vivo y terminaré siendo feliz. Qué más dan todas esas gilipolleces. A veces me planteo que igual si no gano, no vivo, no termino siendo feliz… tú volverás a mi lado, y ya todo dará igual.